sábado, 17 de septiembre de 2011
Primera lección: nunca darse por vencido.
Nadie dijo que olvidar fuera fácil, tampoco, que no fuera duro recordar aquello lo que un día te hizo tan feliz. Apuestas por algo, y piensas que darías todo, porque estás completamente segura. Se pasa el tiempo, y ves como tu apuesta, cae en picado, y que todas tus esperanzas puestas en ella, no son más que decepciones. Le intentas poner solución por todos los medios, para recobrar ese granito de esperanza que pusiste... pero nada, todo vuelve al punto donde te quisiste dar por vencido y no lo hiciste. Tu fuerza de voluntad está por momentos como en una montaña rusa, en el punto más bajo rozando el infierno, o en la más elevada cima rozando las estrellas. Sabes que no deberías hacerlo, pero sin embargo, quieres. No tienes orgullo suficiente como para decir "no, esta vez no seré yo", y no te queda más remedio que tomar impulso, coger carrerilla y correr de nuevo hacia aquella la que era tu felicidad. Es simple, solo se trata de no dejar lo que quieres, luchar hasta el final, y nunca darse por vencido.
viernes, 16 de septiembre de 2011
El baúl de los recuerdos.
Es imposible dejar de mirar atrás, es querer y no poder. Es fácil hablar de un futuro olvidando el pasado, pero es que el futuro es eso, futuro, porque hubo un pasado, uno que dio un giro de 360º a tu vida. Hablo constantemente de pasado porque no hay nada más bonito que los recuerdos... que tener en mente aquello que te hizo llorar de alegría y de tristeza. En aquellas cosas que solo pasan una vez en la vida. En aquellas sensaciones que no pasan dos veces por la misma parada. En esas caricias regaladas y en tantas otras guardadas para cuando de verdad las necesitara. Levantarte cada mañana y ver delante tuya esas fotos del baúl de los recuerdos... fotos a las que describirías con una palabra, "nostalgia". Volver a revivir nuestros momentos, ver como todo cambió tan de repente... ver como pasaste de ser "de toda la vida" a "para toda la vida". Vas construyendo tu puzzle, con las imágenes nunca vistas... pero siempre falta algo, ¿verdad? Tenemos nuestro pasado, solo queda construir nuestro futuro; y sí, recalco, es nuestro futuro.
Pinocho.

jueves, 15 de septiembre de 2011
Ni el tiempo ni la distancia.

miércoles, 14 de septiembre de 2011
¿Perdonas?

lunes, 5 de septiembre de 2011
¿Y el por qué?
Estaría bien saber el por qué de todo lo que pasa, tanto de lo que somos conscientes, como de lo que no. Nunca está de más tener la respuesta a tus preguntas, el resultado a tus problemas... pero, tampoco está de más hacer como si nunca hubiera pasado nada, y dejarlo volar. Porque mientras tú preguntas sin cesar para obtener algo convincente, no escucharás las respuestas. Y si las escuchas, en ese momento, te gustaría haber sido sordo durante un instante para no haberlas escuchado nunca. No siempre lo mejor es ir de listillo, creyendo que saber todo de pé a pá. También puedes ser ese "listillo" viviendo en tu inocencia e ignorancia, no importándote el por qué, y sí, disfrutando el momento. No te pares a pensar..¿por qué el amar?, ¿por qué me cuesta tanto entenderlo? , ¿por qué no se pudo? , ¿por qué somos así? , ¿por qué he de hacer esto? , ¿por qué me pregunto tantas veces el por qué de la vida?
jueves, 1 de septiembre de 2011
De 7 días de la semana, yo te quiero 8.
Esa felicidad que recorre por tu cuerpo recién levantado al pensar, que no estás solo. Que esté donde esté, tú aquí y ella allí, tenéis el amor más cómplice nunca visto. Que sonríes porque estáis juntos, y ella, sonríe porque tú lo haces. Que cuando la necesitas, ella, te necesita a ti. Que cuando amas, aunque tú no lo creas, ella te ama más aún. Que cuando la añoras, ella no ha dejado ni un segundo de pensar en ti. Que cuando abrazas a alguien, y la recuerdas, ella está abrazada las 24 horas del día a tu recuerdo. Que cuando llores porque la escuchas hablar, ella reirá porque no es ni la mitad de lo que ella derrama los 365 días del año por ti. Que también, cuando la invites a tu casa a dormir ella te diga que no hace falta que te invite a su casa para que pases con ella allí el tiempo que quieras. Que tú le pidas perdón por quererla como la quieres, y ella te diga que no te perdona, porque sino ella tendría cadena perpetua por quererte como lo hace. Y que el día que te caigas, ella, a lo lejos, irá corriendo hacia ti, para darte la mano y decirte, "levanta, yo, estoy contigo".
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