jueves, 1 de septiembre de 2011

De 7 días de la semana, yo te quiero 8.

Esa felicidad que recorre por tu cuerpo recién levantado al pensar, que no estás solo. Que esté donde esté, tú aquí y ella allí, tenéis el amor más cómplice nunca visto. Que sonríes porque estáis juntos, y ella, sonríe porque tú lo haces. Que cuando la necesitas, ella, te necesita a ti. Que cuando amas, aunque tú no lo creas, ella te ama más aún. Que cuando la añoras, ella no ha dejado ni un segundo de pensar en ti. Que cuando abrazas a alguien, y la recuerdas, ella está abrazada las 24 horas del día a tu recuerdo. Que cuando llores porque la escuchas hablar, ella reirá porque no es ni la mitad de lo que ella derrama los 365 días del año por ti. Que también, cuando la invites a tu casa a dormir ella te diga que no hace falta que te invite a su casa para que pases con ella allí el tiempo que quieras. Que tú le pidas perdón por quererla como la quieres, y ella te diga que no te perdona, porque sino ella tendría cadena perpetua por quererte como lo hace. Y que el día que te caigas, ella, a lo lejos, irá corriendo hacia ti, para darte la mano y decirte, "levanta, yo, estoy contigo".

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